Actualmente, Chile es un país casi 100% radializado. Sin embargo, al ser una economía completamente abierta, el impacto de la entrada de neumáticos de menor calidad ha provocado una fuerte caída en las unidades recauchadas. La industria nacional del recauchaje y renovación de llantas, concentrada principalmente en ARNEC, se ha preparado, desde su formación, para este gran desafío.
En 2015, ARNEC trabajó en conjunto con el Instituto Nacional de Normalización para la promulgación de la norma NCh3374:2015 “Requisitos para el Recauchado y Renovación de Neumáticos para Camiones y Buses”. Actualmente, ocho plantas asociadas a la ARNEC están certificados por la empresa chilena CESMEC bajo el modelo norma ISO CASCO 6, y otros cuatro están en proceso de certificación. Los neumáticos recauchados de estas plantas son totalmente rastreables, lo que garantiza la calidad y seguridad de su proceso industrial. Los neumáticos recauchados y renovados bajo esta norma estándar chilena cumplen con todos los requisitos operativos y de seguridad de los neumáticos de primer uso. Por otro lado, el Decreto Supremo N°8 de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor de Chile, en su sección de objetivos, solo permite aquellos neumáticos recauchados en la categoría A (para neumáticos de camiones y buses) que provienen de plantas certificadas bajo NCh3374:2015 para ser contabilizados como valorizados.