El costo social que traerá la acumulación de neumáticos fuera de uso genera preocupación en el gremio del recauchaje. La cantidad de neumáticos que se desechan son del orden de 140 mil toneladas y solo el 17% tiene un tratamiento de recuperación o reutilización.


Quedan pocos meses para el inicio de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), cuyo debut será con los neumáticos. El presidente de la Asociación Gremial de Recauchadores y Renovadores de Neumáticos de Chile, (Arnec), Eduardo Acosta, ve con preocupación la puesta en marcha para el mercado, ya que en esta primera etapa un 25% de estos productos debe ser valorizado, con metas de recolección durante el primer año. Esto será responsabilidad de quien vende, lo que se transformará en un verdadero problema si condicionan la compra.


Hoy se generan 140 mil toneladas de neumáticos fuera de uso (NFU) al año y sólo el 17% de estos son reciclados o se recupera de alguna manera. El porcentaje restante se desconoce con exactitud dónde se depositan, siendo generalmente en vertederos ilegales, basurales o en los caminos hacia las faenas mineras.


De este 17% -que es parte de la cifra “verde” de los neumáticos- alrededor de un 8% es utilizado para producir materiales de construcción de carreteras, aislantes de suelo, o se extraen materiales como el caucho o acero. Y el otro 8% a 9% es trabajado con un fin de reutilización: por medio del recauchaje se vuelven a poner en uso con estándares internacionales, cambiando la goma externa, siendo empleados para el transporte, las industrias o las faenas mineras. A juicio de Acosta, es como cambiar la suela a los zapatos y quedan “casi nuevos”.


El problema fundamental es que solo el 20% de los neumáticos que se ocupa a nivel industrial son
recauchados, cifras muy por debajo de, por ejemplo, Brasil o Estados Unidos. Lo que ocurre, según
señala el presidente del gremio, es que no son aceptados por las mineras.


¿Qué escenario se anticipa con la puesta en marcha de la Ley REP sobre neumáticos?
Lo veo con cierta preocupación, porque se está condicionando el mercado. Los compradores están
presionando a sus proveedores para que les retiren los NFU. De modo que, si realizan una compra
por una cierta cantidad de neumáticos nuevos, condicionan esa compra a un retiro de igual
cantidad de NFU, exigiendo incluso certificados de disposición final o de valorización.

A pesar de que todavía existe un gran desconocimiento por parte de algunos usuarios de los reales alcances y obligaciones que trae la Ley REP, lo que está claro es que nadie se quiere quedar con los NFU.


¿Qué podría pasar con esto?
Será bien difícil sostener la presión de los clientes-usuarios, para sólo retirarles el porcentaje de NFU establecido en el decreto. La regulación requerida para los centros de acopio, con las medidas
preventivas de seguridad necesarias, harán una gran diferencia en los costos de esta actividad. Por tanto, se debe regular claramente, de modo que no se produzca una competencia desleal, que puede traer como consecuencia una recolección mayor a la capacidad instalada de valorización.


¿Son peligrosos los neumáticos en el sentido de la contaminación
No son productos peligrosos. Sí son voluminosos y este volumen y su incorrecto acopio puede derivar en incendios. Son vectores. También pueden generar bichos o mosquitos que se desarrollan en su interior, con el agua que queda dentro, que no tiene ningún impacto de contaminación hacia las napas, pero sí hay un problema de volumen y hay un riesgo de incendio que es muy importante. Entonces, al tener tanto volumen y no saber dónde va un 73% de los NTU, eso sí es un problema. A un vertedero ilegal, seguramente.


¿Qué se puede hacer con los NTU? ¿Cómo se puede llegar a su valorización?
Esto aún no está resuelto completamente y va a requerir mucho trabajo de por medio. Hay casos supervirtuosos, como lo que ocurre con las latas, los vidrios o algunos plásticos. Pero en el caso de los NTU, aún no se ha resuelto, porque todavía no se puede utilizar lo que se recupera como
material para fabricar neumáticos debido a la calidad del producto que se recupera. Solamente dos fabricantes en el mundo se han comprometido a fabricar neumáticos 100% reciclables al año Es muy difícil hacer una recuperación completa. Hoy día la utilización de un NFU es básicamente molerlo, triturarlo y utilizar esos gránulos para construcción de carreteras, parques u obras de ingeniería. También se puede usar en coprocesamiento en plantas cementeras, realizar pirólisis y obtener otras materias. Es decir, se recuperan partes. Ninguno de ellos todavía tiene una solución completa.


¿Cómo solucionar esto?
Evidentemente, nosotros como asociación no tenemos la solución. Estamos en el eslabón de la reutilización. La industria del recauchaje es muy profesional, tiene estándares internacionales y que en el mundo se recaucha muchísimo. Yo diría mucho más que antes. Precisamente por un
tema del cuidado de los recursos, porque es mucho más eficiente en todo ámbito. Mientras más desarrollados los países, más recauchan. Son más eficiente en buscar soluciones medioambientales, sobre todo en los neumáticos profesionales.


Considerando los beneficios ambientales y de costo, ¿por qué no usamos más neumáticos recauchados?
Está basado en mitos, en esa cuestión peyorativa que recae en creer que es una cosa de medio pelo. No hay estadísticas que indiquen algún hecho puntual. Si uno busca estudios del Sernageomin, de la ACHS o de la Mutual de Seguridad, no hay nada que diga que los neumáticos recauchados son más peligrosos que los neumáticos nuevos y que todos los neumáticos que están rotos en las carreteras son neumáticos recauchados. Eso es una mentira tremenda.


Tenemos una capacidad de reutilización que está siendo poco valorada. Por ejemplo, Codelco
prohíbe el uso de estos neumáticos, cuando el Estado está apuntando precisamente a una
solución medioambiental. El Estado reconoció al recauchaje como una actividad de valorización. Y
estamos ahí, atrapados en una cuestión que nadie dice avancemos o juntémonos, compartamos la
experiencia. Parece increíble, pero es así. Un Estado que está jerarquizando el uso de residuos
tiene prohibición de usar neumáticos recauchados, lo mismo ocurre en Minera Escondida del
grupo BHP, que también tiene prohibición. Tenemos una norma, 8 plantas que cumplen la
normativa, debe ser parte de la política. Entonces, hay que creer que sí son neumáticos seguros.

Fuente: Diario La Tercera / 17.09.22 / https://bit.ly/3eYSCFf